En 2019, tres consultores financieros nos reunimos en un café de Vigo y hablamos sobre algo que nos frustraba. Veíamos a muchas personas con talento, con ganas de emprender, pero sin saber por dónde empezar.
La idea surgió cuando uno de nosotros mencionó a un amigo que había intentado abrir una tienda online. Tenía capital, conocimientos técnicos, pero le faltaba esa chispa inicial: identificar qué necesitaba realmente el mercado. Fracasó en seis meses. Y no era el único caso.
Decidimos crear aurenneelo como respuesta. No queríamos ser otra consultora más que promete milagros. Queríamos ofrecer algo distinto: un enfoque práctico para ayudar a la gente a descubrir ideas de negocio viables, analizando el mercado real, sin fantasías ni promesas vacías.
Los primeros meses fueron duros. Trabajábamos desde nuestras casas, compartiendo documentos por email, probando distintas metodologías. Pero cuando nuestro primer cliente lanzó su proyecto con éxito a mediados de 2020, supimos que íbamos por buen camino.